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Esta es una continuación del post: Mi visita al barco canadiense más combativo: “HMCS Haida”
Lo siento, pero cada vez que escucho la palabra «armas», me siento muy tentado a completarla con «de destrucción masiva». Chistín político-Bushista de principios de milenio 😁.
La artilleria del HMCS Haida contaba con el armamento aliado más avanzado de la época. Al barco se le atribuye el hundimiento de 14 barcos enemigos durante la Segunda Guerra Mundial.
No estoy seguro si es una cuestión de género o no , pero es un buen tema este del armamento . Y esto es lo que encontré:
Cañones 40 mm montados anti-aéreos
Estos cañones de diseño sueco están destinados a disparar a objetivos de ángulo bajo en el agua. 4 cañones antiaéreos de 40 mm están montados en dos plataformas separadas pero interconectadas a través de una pasarela. Esta pasarela se añadió en 1944 para que fuera más seguro moverse por el barco.
El Capitán Mike, me explicaba que estas armas eran fáciles de usar, capaces de disparar 120 disparos por minuto. Sin embargo, uno de sus riesgos era al sobrecalentamiento, que los casquillos se atascaban; 🥵 sobre todo en días calurosos.
Cañones 4” anti-aéreos de gran ángulo
Estos cañones, ubicados en las cubiertas principal y del castillo de proa reemplazaron los originales de 4,7″ . Con estos nuevos cañones la artillería del HMCS Haida mejoró mucho.
Estos cañones antiaéreos de 4″ podía disparar hasta 15 km de distancia, a un ángulo de 85 grados y a una velocidad de 15 a 20 disparos por minuto cada uno. En el punto álgido del combate, 15 personas operaban este sistema y 12 más suministrando municiones.
Uno de los guías voluntarios realizó una representación del proceso de carga de sus municiones. Con un polipasto se transporta la munición desde la cubierta inferior hasta una abertura en cubierta. Y de ahi manualmente se pasaba para cargarse en la metralleta anti-aerea.
Morteros anti-submarino tipo “calamar” (Squid)
Las cargas profundas fueron la única arma antisubmarina durante una parte importante de la Segunda Guerra Mundial; pero, no fueron muy eficientes contra los submarinos.
Con los avances tecnológicos en sonar, estos morteros “calamar” se convirtieron en un sistema más eficaz combinando las características de un arma de lanzamiento frontal y la explosividad de una carga de profundidad. Cada mortero pesa 177 kg / 390 lbs con una carga explosiva de 94 Kg / 207 lbs; una vez disparados en secuencia, explotaban simultáneamente, uno encima y otro debajo del objetivo, triturando el casco de un submarino.
La abertura en el centro del cuarto era por donde se transportaban las bombas para el mortero, las cuales venian de un compartimento dos pisos más abajo y se rodaba hacia un lado, donde se les empujaba a través de una abertura y se cargaban en el mortero.
Torpedos
Los cuatro torpedos en la cubierta principal son el único armamento original de la artillería del HMCS Haida de 1943. Eran del tipo británico Mark IX de 21 pulgadas y autopropulsados por un motor diésel a una velocidad máxima de 45 nudos.
El Capitán Mike explicó el mecanismo de carga. Una plataforma gira hacia babor, levanta el torpedo y lo disparaba por encima del costado del barco a unos 10 pies de distancia. Una vez que el torpedo había recorrido 600 mts de distancia en su viaje, se armaba automáticamente.
Cada uno de los tubos de torpedos tiene una letra que forma la palabra «FIRE». Pero, curiosamente se disparaban en orden inverso «ERIF».
Antes de disparar, era necesario configurar mecánicamente varios botones y palancas de ajuste con el giroscopio para determinar la profundidad y la dirección. Esta plataforma debia mantenerse siempre engrasada y en buen estado, esta actividad era un trabajo muy grasoso.
Era arriesgado gastar los cuatro torpedos, si se agotaban, debía regresarse de inmediato a la base para recargar.
En aquel entonces, los destructores alemanes, estadounidenses y británicos se utilizaban para transportar un máximo de 12 torpedos. Sólo los japoneses llevaban recargas, y sus torpedos eran superiores en tecnología ya que eran propulsados por oxígeno puro, sin estela visible y con un alcance de 20 km duplicando la capacidad de cualquiera de los aliados.
Vestigios de los combates
Era de esperarse que al haber sobrevivido varias batallas, el HMCS Haida aún tuviera huellas visibles de sus combates.
El Capitán Mike me mostró uno de estos impactos y que realmente enfureció al capitán en aquel entonces. Cuando en pleno combate en las costas de Francia, un proyectil alemán de 40 mm atravesó la cabina del capitán y destruyó uno sus palos de golf 🏌️.
El impostor
El Capitán Mike también me contó la anécdota sobre el impostor que estafó a la Royal Navy, no en el HMCS Haida sino en uno de sus barco gemelos, el HMCS Cayuga.
En el año 1950, la Royal Navy se encontraba con escasez de médicos, y esto proporcionó una oportunidad para Ferdinand Waldo Demara, un impostor estadounidense que asumió la identidad del Dr. Cyr de Grand Falls, New Brunswick. Previamente, Ferdinand había trabajado junto al Dr. Cyr y en su ausencia, se apoderó de sus credenciales y diplomas. Ferdinand había sido entrenado en el área médica en el ejército, pero había sido dado de baja de manera deshonrosa. El FBI estaba al tanto de su historial.
Bajo el disfraz del Dr. Cyr, la Royal Navy Canadiense lo enroló como médico y lo asignó al HMCS Cayuga en la Guerra de Corea. Su desempeño como médico dejó una impresión tan positiva en los oficiales de la armada canadiense que sus acciones llegaron a la prensa de New Brunswick. Cuando la madre del Dr. Cyr leyó la noticia, se dio cuenta de que su hijo no estaba en la Marina, lo que llevó al Dr. Cyr a descubrir que sus credenciales y diplomas habían desaparecido.
Fue detenido por funcionarios de la Armada Canadiense y el FBI en Vancouver. Tony Curtis interpretó a su personaje en la película “El gran impostor” (1961).
Al término del recorrido
Al termino del recorrido
Hay una zona de descanso verde y cómoda con unos descansadores rojas y mesas de picnic. Se exhiben varias placas informativas y artefactos como una mina terrestre, el domo de un sonar, carcasas de torpedo y unas hélices.
En la tienda de regalos se exhiben municiones de varios calibres.
El HMCS Haida fue dado de baja en 1963. Estuvo a punto de ser chatarreado, pero gracias a la labor de un grupo de oficiales retirados de la Marina lo pudieron preservar como barco museo.
HMCS Haida es una memoria viva de la herencia naval de Canadá y los sacrificios realizados por la Real Marina Canadiense durante los conflictos del siglo XX. Es un pedazo de historia viva que recomiendo visitar.
Por las calles de Hamilton
Era un día particularmente soleado y caluroso, continue mi recorrido con la ciudad de Hamilton por su Avenida principal. Encontré un lugar para refrescarme y probé una cerveza portuguesa 🍺.
Curioso dato que no sabía, Hamilton es considerada como la capital mundial de las cascadas.
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¡Gracias y que tengas un estupendo día!
La primera parte de este blogpost la encuentras aquí.
También te invito a leer mi artículo anterior acerca de «Las Pastorelas de Tepotzotlán: Un Tesoro Navideño de México»
EO